miércoles, 8 de mayo de 2013

VIOLENCIA Y MISOGINIA EN EL JUICIO POR GENOCIDIO



Quimy De León



Uno de los aspectos más nefastos que han caracterizado las distintas etapas del proceso del juicio por genocidio han sido las maniobras que han utilizado los abogados de la defensa de los militares. Éstas evidencian lo corrompido del sistema de justicia, la prepotencia y la impunidad de la que gozan históricamente las élites patriarcales, económicas, políticas y militares en el país y el manejo a su antojo de unas leyes que obviamente han sido diseñadas para resguardar sus intereses.


Sus acciones en tribunales impactan en las personas que asisten a las audiencias y a la población en general, mediante diferentes argucias y recursos han tratado de retorcer las leyes usando indistintas formas de violencia, simplificando y banalizando no solamente el juicio, las acciones éticas y profesionales de la jueza, sino la memoria y la vida de las personas sobrevivientes como las miles más que esperan justicia por genocidio y por todos los delitos cometidos durante la guerra. 


Una de las estrategias que han utilizado es  el abuso, el acoso y la violencia cargadas de misoginia en contra de la jueza Jazmín Barrios, de Patricia Bustamante y Pablo Xetumul que la acompañan frente al Tribunal de Mayor Riesgo A, principalmente por parte del abogado Francisco García Gudiel



Les mandamos a ver de que día amaneció el carecer de la juez Jazmin.”

“Tengo enemistad con una, grave porque la odio, me cae mal, no la soporto, es una tipa que no puede ser juez”

“ni la soporto yo a ella, a mi me da nausea verla.”

 “No voy a descansar hasta verlos tras las rejas”

“Les he ganado todo y les voy a ganar todo. No voy a descansar hasta que los hunda.”
"El que busca encuentra y conmigo lo encontraron.”


Con sus argumentos burdos y vulgares pretenden llevar las acciones de la jueza a un plano personal con una carga de odio. Es inadmisible que casi no haya un pronunciamiento y menos una sanción disciplinaria judicial, ética o moral desde que iniciaron estos abusos.


Es lamentable que esté normalizada la violencia en contra de las mujeres en esta sociedad, que la hace socialmente aceptada, poco evidente, casi invisible ante los ojos de la mayoría.

Es preciso denunciar que en este momento histórico, en donde se está llevando a cabo este juicio, colectivamente estamos siendo sujetas de manipulación, chantaje, violencia, zozobra e incluso terror por una serie de acontecimientos que se desarrollan al mismo tiempo en el país como los inconstitucionales estados de sitio, persecución política y  criminalización de la protesta social; además del manejo político y mediático utilizado por los grupos de poder, paramilitares, militares, gobierno, intelectuales del poder, cámaras de comercio; sino además por el show prepotente de los abogados de Efraín Ríos Montt y José Rodríguez Sánchez.

Es inadmisible no pronunciarse y menos no indignarse ante estas acciones de violencia y terror en contra de las mujeres, ante el odio que se manifiesta en la mentira, la descalificación, el rumor y la burla que intenta minimizar el potencial y la fuerza de las mujeres como Jazmín Barrios, Patricia Bustamante y las mujeres del pueblo maya Ixil con la fuerza de sus testimonios que denuncian la barbarie cometida por estos militares, la institución armada y la oligarquía de este país.


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