Entre el 20 y 26 de enero pasados se realizó la
visita de diputados y senadores del Estado español que conformaron una Misión
de Observación del respeto de los Derechos Humanos, con el objetivo de “observar la situación de derechos humanos, sobre todo la situación de riesgo
en la que trabajan los defensores/as de derechos humanos y los operadores/as de
justicia y verificar
y conocer la realidad del país en casos de alto impacto, entre ellos los
juicios en casos de lesa humanidad durante la guerra".
El Senador Dionisio García Carnero del Partido Popular -PP- de España, llegó tarde y no pudo escuchar sus testimonios, precisamente por estar en una reunión organizada por la empresa Ecoener Hidralia Energía/ Hidro Santa Cruz con representantes de la municipalidad del municipio, de la PDH, COPREDEH y personas afines a esta empresa.
Cuando llegó, se enfrascó en un alegato contra del análisis realizado por el periodista Andrés Cabanas y en un informe publicado en España por un instituto de investigaciones, como se aprecia en el texto y las imágenes que acompañamos.
Con todo esto no sólo desvió la reunión del objetivo previsto, sino que mostró la poca importancia que da a los hechos que generaron la Misión -"la situación de riesgo en la que trabajan los defensores/as de derechos humanos"-. De hecho, en el comunicado final de la Misión, el caso de Barillas no se menciona como dentro de los problemas de derechos humanos tratados por los parlamentarios.
Prensa Comunitaria
Video de la intervención del senador español Dionisio García Carnero del PP.
Denuncia: el Senador
e Hidro Santa Cruz
Andrés Cabanas Díaz, periodista y escritor
Resumen
El miércoles 23
de enero de 2013, en el marco de una reunión para analizar la violencia
ejercida por la transnacional Hidro Santa Cruz en Santa Cruz Barillas
(Huehuetenango, Guatemala) el Senador español Dionisio García Carnero cuestionó
mi trabajo periodístico y de investigación sobre dicha empresa. Lo hizo de
forma vehemente, violenta e impositiva, sin llamarme por mi nombre: aludiendo a
uno de los ensayos que he realizado sobre Hidro Santa Cruz y su modelo de
implantación autoritario (1). Con ello, el Senador amenazó mi trabajo
profesional y social y coaccionó mi libertad de expresión y opinión.
Relato de los hechos
La actuación del
senador García se produjo en el marco de una visita de observación de cinco
parlamentarios españoles sobre la situación de derechos humanos en Guatemala
(21 a 25 de enero), que sostuvieron el día 23 un diálogo directo con decenas de
personas afectadas por la presencia de Hidro Santa Cruz.
La reunión se
organizó a solicitud de la propia delegación parlamentaria, con el objetivo de
conocer testimonios de agresiones de la empresa a comunidades. Por este motivo,
se hicieron presentes a la misma organizaciones sociales que acompañan a
las comunidades en resistencia frente a la empresa; el equipo jurídico que
defendió a los presos políticos encarcelados ilegal e injustamente durante más
de 8 meses; comunicadores sociales que han documentado la actuación de la
empresa; así como decenas de representantes de comunidades: ex presos políticos
y sus familiares, miembros de la Auditoría Social de Santa Cruz Barillas,
líderes sujetos a órdenes de captura, Comités de defensa de Recursos Naturales,
Consejos Comunitarios de Desarrollo, y otros.
“¿Qué
coño tiene que ver el Partido Popular con la empresa Hidro Santa Cruz?”
Advirtió que si
yo no me retractaba en ese mismo momento, él se retiraba del espacio. Estas
condiciones las reiteró al menos en otra oportunidad, de forma igualmente extemporánea
y agresiva, negándome el uso de la palabra.pagination: none; text-align: justify; text-autospace:
none;"> El Senador
sostuvo que ambas afirmaciones constituían un insulto. Afirmó con elegante
elocuencia:
“¿Qué
coño tiene que ver el Partido Popular con la empresa Hidro Santa Cruz?”
Advirtió que si
yo no me retractaba en ese mismo momento, él se retiraba del espacio. Estas
condiciones las reiteró al menos en otra oportunidad, de forma igualmente
extemporánea y agresiva, negándome el uso de la palabra.
El resto del
tiempo, el Senador García Carnero interrumpió en varias ocasiones el curso de
la misma y salió a hablar por teléfono (según algunos participantes que estaban
cerca de él, con representantes de Hidro Santa cruz).
En determinado
momento entregó a los representantes de Barillas un documento (una supuesta
autorización municipal hacia la empresa) que las comunidades desconocían, y que
–según el Alcalde- nunca había firmado.
Al final del
evento, previo a su retirada, el Senador se dirigió a una de las organizadoras
de la actividad, con estas palabras: no dejen que los manipulen (nuevamente en
referencia a mis investigaciones).
Valoraciones: ocultar la realidad
1
La
interpelación del señor García fue, en primer lugar, inapropiada.
El Senador quiso
modificar la agenda e interferir con el objetivo de la reunión: la explicación
a los diputados y senadores de la violación de los derechos y la afectación de
la paz social por parte de Hidro Santa Cruz en Barillas.
El Senador, con
muestras de impaciencia y sin escuchar los testimonios de las
comunidades (tanto por su incorporación tardía a la reunión como por
desinterés) introdujo un tema de debate irrelevante para las personas presentes
y para la propia delegación parlamentaria. En todo caso, el Senador debió
dirigirse a mi persona de forma privada, por escrito o vía demanda judicial
(todavía está a tiempo).
2
Fue
una interpelación irrespetuosa y descortés.
El Senador
utilizó un tono impaciente y autoritario (que reconoció y pretendió justificar
a posteriori).
3
Fue
una intervención arrogante.
El Senador olvidó
su carácter de invitado (al país y la reunión), impuso su agenda, cuestionó sin
escuchar. ¿Cuál fue entonces el sentido de su presencia en Huehuetenango si no
atendió las palabras y demandas de la población?
4
Fue
una intervención distractora.
La interpelación
pretendió desviar la atención sobre la raíz (y centro) de la problemática
social en Barillas: diferentes escritos, tanto de mi persona como de otros
investigadores y organizaciones sociales, determinan que Hidro Santa Cruz
promueve división comunitaria, engaña a las comunidades, coopta el sistema de
justicia para favorecer el encarcelamiento o la persecución de líderes, ejerce
violencia para lograr su objetivo de implantación, participa en el asesinato de
un dirigente comunitario ocurrido el primero de mayo de 2012 (a través del Jefe
de Seguridad de la Empresa y un empleado).
En su voluntad de
ocultamiento, el Senador eligió un camino muchas veces transitado: convirtió a agresores
en víctimas (la pobre empresa –y sus aliados políticos- injustamente ofendida
por la poderosa maquinaria mediática de Andrés Cabanas Díaz). Obvió los
señalamientos hacia Hidro Santa Cruz. Atacó al mensajero (el periodista y sus
escritos) para eludir el debate sobre el mensaje (la violencia de la empresa).
Ignoró a las víctimas reales.
5
Fue
una intervención amenazante.
Las palabras del
Senador cayeron en terreno abonado. Cuando un Senador español cuestiona el
trabajo de un periodista, exige la rectificación del mismo a gusto del Senador,
en un país donde este Senador no tiene representatividad ni mandato (o tal vez,
éste es el error de origen, cree que sí la tiene), se lanza un mensaje
peligroso de autoridad, en función de limitar las críticas a la actuación de
las empresas (y autoridades españolas).
El mensaje
refuerza la amenaza creciente al pensamiento crítico (allanamiento del centro
de investigación Avancso, ocurrido tres días antes de la llegada del Senador a
Guatemala), el cierre de espacios de expresión y opinión no funcionales a los
poderes dominantes.
El mensaje
trasciende el destinatario visible (el periodista presente) y se convierte en
advertencia general. Mis escritos son la excusa: los verdaderos motivos de la
ira del Senador son las luchas antiempresa.
Lo inaudito –y
peligroso- lo constituye el hecho de que un Senador español refuerce en
Guatemala un mensaje de impunidad.
6
Fue
una intervención despojada de humanidad y sensibilidad.
En su afán
reivindicador de la empresa y de su partido, el Senador ignoró el asesinato del
primero de mayo, la existencia de dos sobrevivientes en proceso de
recuperación, la permanencia injusta e ilegal en la cárcel de los presos
políticos durante ocho meses (acusados por personas civiles colaboradoras
–prestatarias de servicios- de Hidro Santa Cruz), las 23 órdenes de captura
vigentes y las más de 100 latentes desde 2012.
Con evidente
insensibilidad, no se detuvo a escuchar las palabras, los testimonios, los
sentimientos (indignación, rabia, sufrimiento) de muchas personas. Obvió los
derechos y minimizó el dolor de la población.
Lo paradójico o
grotesco es que el Senador viajó más de 10,000 kilómetros, casi durante 24
horas, y gastó miles de euros, para no escuchar lo que la población dijo, y enredarse
en un debate que nunca existió.
Lo lamentable es
que la población de Barillas viajó durante más de seis horas por una carretera
neocolonial, sin dinero ni recursos, solamente con su voluntad, para no lograr
ser escuchada.
7
Fue
una intervención que amplificó la voz de la empresa Hidro Santa Cruz.
Dio la impresión
de que el Senador García Carnero se metió en un conflicto que no es el suyo y
en una disputa de otros. En varios momentos de la reunión el Senador reprodujo
textualmente palabras, argumentos e incluso documentos de la Empresa.
La acusación de
manipulación, que realiza la empresa de forma recurrente y retomó el Senador en
su breve pero sustantiva intervención, es especialmente delicada,
porque tiende a deslegitimar y criminalizar la labor de periodistas,
investigadores, profesionales de diverso tipo, que hemos decidido –desde
nuestra labor profesional y visión humana- apoyar el derecho de las comunidades
sobre su territorio y sus vidas.
Si
hay manipulados, hay manipuladores, de nuevo representados en mi
persona.
8
Fue
una intervención conculcadora de derechos y libertades.
El artículo 216
del Código Penal Guatemalteco indica a este respecto: comete delito de coacción
contra la libertad política “Quien, fuera los casos previstos en las
leyes especiales respectivas, por medio de violencias o amenazas impidiere o
coartare el ejercicio de cualquier derecho político”.
Empresas y autoridades políticas españolas frente a derechos
La visión de
Dionisio García Carnero, así como la mayoría de fuerzas políticas y el gobierno
español, subordina la política exterior española al apoyo a las empresas. El
Informe de la Ponencia de Estudio sobre el Papel de las Empresas Españolas en
América Latina (2010) elaborado entre otros diputados y senadores por García
Carnero, constituida en el seno de la Comisión de Asuntos Iberoamericanos del
Senado de España, asume íntegramente las solicitudes de las empresas:
“Establecer
mayores puentes entre la cooperación al desarrollo y la actividad del sector
privado; vincular más la Responsabilidad Social Empresarial con los proyectos
de cooperación y con las estrategias de mejora de la imagen país de
España; ahondar la cooperación entre la red de Embajadas –incluidas las
Oficinas Comerciales y los diferentes entes autonómicos y comerciales, así como
las Cámaras de Comercio (…); reclamar una mayor implicación de las Embajadas en
la expansión de las empresas transnacionales y en la defensa de sus intereses,
adoptando una vertiente más comercial si cabe de sus acciones”.
Al trasladar esta
visión a la a la visita a Guatemala, a la reunión en Barillas, el Senador se
posicionó a favor de Hidro Santa Cruz y perdió la perspectiva crítica sobre sus
acciones violentas.
Andrés Cabanas
Díaz, periodista y escritor
A-1 1087397
Notas
(1) Hidro Santa Cruz en Barillas. Una historia de
imposición y violencia, publicado por Instituto Hegoa-Universidad del País
Vasco. Constituye un breve resumen de otros estudios más complejos y numerosos,
publicados en mi blog, www.memorialguatemala.blogspot.com,
y en diferentes medios de prensa independientes. La investigación sobre Hidro
Santa Cruz la he desarrollado desde el año 2009, en calidad de periodista
independiente e investigador social.
(2) En mis ensayos analizo el caso de Hidro Santa Cruz
desde la genealogía (origen, historia, alianzas) de las empresas, la cual
configura una identidad y cultura corporativa, y se traduce en prácticas
empresariales. En el caso de Hidro Santa Cruz y el grupo empresarial de Castro
Valdivia, la genealogía inmediata atiende a la conformación de un grupo
empresarial por sus vínculos políticos, económicos e ideológicos con el régimen
de Francisco Franco, o franquismo.
(3) En este caso los vínculos conectan actores, intereses
económicos y alianzas políticas, tanto partidarias como gubernamentales.
Fuente: Memorial de Guatemala
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