martes, 4 de junio de 2013

El caso del defensor de la naturaleza Ruben Herrera en Guatemala deja esperanzas para los derechos colectivos


Barbara Trentavizi, Antropóloga Social 


El día 30 de Mayo de 2013  se celebró en Guatemala la audiencia del caso Rubén Herrera, líder comunitario y defensor de derechos humanos, demandado por la empresa española Hidro Santa Cruz por conflictos derivados de la oposición de la población a la instalación de una hidroeléctrica en su río.
El material de los conflictos de la región de Barillas se encuentra en varias publicaciones y artículos,  así como los antecedentes de esta historia que es paradigmática del proceder de las empresas transnacionales en territorio indígena, no sólo en Guatemala, sino en todo el continente americano.
El afán de estas empresas, unido a la avidez de los gobiernos de turno y la de ciertos empresarios locales por negocios millonarios vendidos como desarrollo, crea una situación de conflicto permanente. En las comunidades la relación con el territorio es muy arraigada e involucra no solo la dimensión mercantil y productiva de la tierra, sino su aspecto simbólico, entendiendo el territorio como contexto vital y existencial donde se reproduce la vida misma y el sentido ultimo de las comunidades.
No me extenderé tampoco sobre los aspectos meramente legales y jurídicos del caso, porque esto es material para juristas y expertos.
Aquí quiero trasmitir son algunos puntos importantes que esta audiencia ha marcado y han dejado una huella imborrable en el tema de la confrontación entre comunidades indígenas, empresas transnacionales y gobiernos locales.
 La audiencia se celebró en un clima cálido, con la sala llena de amigos, lideres comunitarios, catedráticos, defensores de derechos humanos, feministas, ambientalistas, etc., Toda la humanidad variada que la derecha local tilda cada día de comunistas subversivos, trasnochados y locos. Gente que no acepta el modelo destructor y depredador neoliberal,  que no está de acuerdo con la concepción de desarrollo manejada por estas teorías y sus seguidores, y que aborrece las injusticias perpetradas contra los que defienden el saqueo descontrolado de los recursos naturales.
Se respiraba un fuerte abrazo solidario hacia Rubén y su compañera Cecilia, linda mujer, que nunca perdió su sonrisa y su fuerza  a pesar de la tensión del momento.
También estaban presentes representantes de la Asamblea Departamental por la Defensa del Territorio de Huehuetenango , una agrupación comunitaria y local que desde hace años viene trabajando en ejercicios de ciudadanía y participación local y  a la cual Rubén pertenece.
Por otro lado, la arrogancia de los defensores de la empresa. Su pobre argumento quedó claro desde el principio, cuando el Ministerio Público pidió una extensión del tiempo para la investigación, pues no existían pruebas sólidas de los delitos de los cuales se le acusa a Rubén: secuestro y plagio.
Esta audiencia quedará en la historia por algunos temas cruciales. Tanto el abogado defensor de Rubén Herrera, Sergio Vives, así como el mismo juez Miguel Angel Galvez, se refirieron al problema que se estaba tratando como un problema estructural que debe ser abarcado de una manera distinta a la represiva y que necesita de un dialogo nacional. El juez se refirió al Convenio 169, al derecho de consulta de los pueblos indígenas  y al hecho de que la extensión de la conflictividad en varias partes del país hace reflexionar a los operadores de justicia si en lugar de contribuir a resolver el problema no lo están agravando. Enfatizó también la necesidad de un dialogo nacional que abarque el problema de las concesiones de manera integral involucrando las comunidades.
Por lo tanto el juez, tomando en cuenta que no existen al momento pruebas y que no se realizó una investigación seria, consideró que no hay razón para mantener Rubén en la cárcel  y le dio seis meses al Ministerio Público para seguir la investigación.
El abogado defensor de Rubén Herrera, puso al desnudo la poca consistencia de los testigos, la confusión y fumosidad de sus declaraciones y enfatizó que Rubén llegó al lugar de los hechos a negociar, porque las comunidades estaban furiosas con los representantes y trabajadores de la empresa y pudiera haber pasado un problema mucho más grave sin su presencia.
Y es aquí que entran en los tribunales conceptos que las comunidades están reforzando en sus declaraciones desde hace años y que nosotros como investigadores sociales hemos venido repitiendo también. El hecho de que los acuerdos tomados en asambleas publicas y firmados y ratificados son considerados por las comunidades indígenas como vinculantes, son acuerdos que deben ser respetados y que la empresa no respetó. Este aspecto es crucial para entender la conflictividad en las áreas rurales. Por otro lado, no existiendo voluntad de consultar las comunidades a pesar del derecho internacional y nacional que la garantiza, en el lugar se había celebrado una consulta que rechazaba la actividad de la empresa en el lugar.
Por último otro concepto importante que se rescata es el reconocimiento del lugar sagrado del río Q’ambalam. Se enfatizó por parte de la defensa que las cataratas involucradas en el proyecto son lugar de recreación, de esparcimiento, pero también  lugar de culto, por la especial relación que mantienen los pueblos indígenas con la tierra y las fuerzas naturales. La defensa propuso un peritaje cultural en el lugar que sea dirigido por expertos del  pueblo q’anjobal, involucrada en los hechos. Esto representa una novedad absoluta para el sistema excluyente y profundamente discriminatorio del estado de Guatemala.
Al final, Rubén fue dejado en libertad, aunque deberá seguirse con la investigación y se establece otra audiencia el 29 de Noviembre de 2013.
A este punto sólo los aplausos, los abrazos de jubilo, el calor de la gente que lo envuelve todo, la sonrisa y las lagrimas de Cecilia, esta extraordinaria mujer que desde hace tres meses incansablemente ha recorrido innumerables caminos para crear conciencia  sobre la injusticia a su esposo y a difundir el tema de la criminalización de quienes se oponen a los megaproyectos.

La empresa y sus abogados quedan ahí donde están, en el lugar de la mala fe, de la mentira, de las artimañas, de la idea que con tal de lograr objetivos económicos todo  vale, utilizar las debilidades de los estados de reciente democracias pasando encima del derecho, de la legalidad, de la tanto sonada ética empresarial. 

1 comentario:

  1. Si....en medio del embate que las comunidades en general y en particular indígenas están sufriendo, hay una salida al final del torbellino. ¿qué decirle a Ruben y su esposa, a su pueblo?...que los admiro y me solidarizo con esa lucha.

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