lunes, 8 de julio de 2013

¡Violación sexual y Genocidio Nunca Más!



 Foto Reportaje 
Cristina Chiquin 
 
 El domingo 7 de julio nos sentamos a seguir hilando la vida, la memoria y la historia. El objetivo era poder seguir difundiendo la verdad, al decir que en Guatemala también hubo Genocidio, y dentro de este hubo Violencia sexual.

Pero sobre todo reivindicar la lucha y el testimonio de vida de muchas mujeres en Guatemala.

 Durante el juicio por Genocidio 10 mujeres Ixiles presentaron su testimonio sobre violencia sexual, ellas representan a miles de mujeres en el país que sufrieron vejámenes a manos del Ejército de Guatemala.

Es por eso necesario decir lo que sucedió en nuestros cuerpos, en nuestra vida y en nuestro territorio. Empezar a hilar entre nosotras, mostrar que a pesar de que quisieron callarnos no lo han logrado.
 

Esta actividad estuvo llena de música, poesía, teatro, alegría y vida. Durante la actividad se tejieron y pintaron mantas.


  Basta de silencio, basta de querer mutilarnos, basta de despojo, basta de violencia sexual.
El uso de la violación sexual fue un arma utilizada por el Ejército de Guatemala. Esto generó terror, miedo y silencio. Hasta el día de hoy sigue causando tristeza y tiene repercusiones físicas, emocionales y sociales a las sobrevivientes y a la comunidad.
 

Gritamos, cantamos, que estamos vivas, que en nuestra voz empezamos a romper con los muros que han querido encarcelarnos, y creamos nuevos lazos, nuevos caminos, que estamos construyendo nuestra propia historia para desmentir la historia del despojo, racismo, patriarcado, colonialismo, la historia de muerte.

El 10 de mayo se condenó a Efraín Ríos Montt por los delitos de Genocidio y delitos contra los deberes de humanidad, dentro de los delitos cometidos por el ejército de Guatemala en los años de 1982 y 1983 también estaba el de violencia sexual el cual también forma parte de la sentencia dada por la Jueza Jazmín Barrios.

La sentencia fue rechazada por la Corte de Constitucionalidad en un acto ilegal e impune. Pero sabemos que la justicia no viene de los instancias tejidas por este sistema, la justicia viene de nuestras manos, de nuestra palabra, de nuestro caminar.


 
Seguiremos hilando nuestra memoria
 
Detrás de los ojos aguarda el silencio, atraganta el llanto, rozas sus manos, y su historia fue la que crecío en mi cabello, la que germino en el cuerpo. fue el caminar de sus pies el que marco esté tiempo, fueron sus palabras, sus risas a escondidas las que alimentaron mí mirada.

No son suficiente los colores y las letras para armar toda este tejido
porque este hilar aun no llega a concretarse
para romper este muro, hacen falta manos, hacen falta pies,
hacen falta miradas, risas, ternura.



 

No basta con el llanto
hace falta la fuerza de su cuerpo en nuestros cuerpos
la fuerza de su historia en nuestra cristalino pensamiento.
Detrás de sus ojos aguarda el universo
 
 


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